jueves, septiembre 15, 2005

Un deseo

Esta tarde tuve la suerte de poder ver una bonita mariposa blanca, rápidamente me apresuré a coger la cámara y ella posó para mí haciendo gala de su radiante elegancia.




Cuando éramos unos pequeñajos, al ver uno de estos insectos, solíamos decir que, si pedíamos un deseo, se cumpliría.
No se lo que nos deparará la vida, Laura, ni las calles que seguiremos cada uno, pero desearía que ocurra lo que ocurra, compartamos siempre nuestros pequeños pétalos del tiempo, y que juntos comprendamos los ocasos de nuestros sueños en el ir y venir de las brisas de la existencia.



El tono sardónico de todo esto es que te repugnan las mariposas. Pero bueno, ya se sabe, nadie es perfecto.

lunes, septiembre 05, 2005

Madrid es bonito cuando no me recuerda a ti

En las hojas del tiempo, cuelgan las perdurables fragancias que el viento flagelaba en noches de sosiego y pasión. La desidia se ha vuelto una perseverante compañera de andanzas. Lloran las risas. Me sigue hechizando tu pintura desocupada y distante. La desazón de vivir en el humo de la esperanza. Rociado de cólera disimulada, te dejo palabras como estas por si mi recuerdo llega lúcidamente a eslabones lejanos y una confusión hace que sueñes con mi galeón rejuvenecido.
Acechando está el miedo entre las perversas llamas de la traición, todo se inunda de una colorida lluvia de lágrimas, empapando la almohada y fracasando en el intento de alterar la nada de tu memoria, similar a las leyendas efímeras, forjando la circunstancia de tu sombra de vestigio fugaz, al son de tus pisadas destruyendo mis anhelos desprovistos de tus miradas serenadas y tus desconciertos renovados. Cansado de escribir sobre las heces del amor (no) extinguido.

viernes, septiembre 02, 2005

Francisco Manuel Albilares (Paco pa´ los amigos)

Sin mucho tiempo para escribir en el blog, voy a dedicar hoy un ratillo a ofrecer una pequeña muestra de la belleza con la que escribe un amigo y compañero de clase.


Vacío de cuatro costados,
vacío profundo, vacío extraño.
Laberinto descubierto,
recorrido inacabado,
en los ojos temblaron las luces
que ya las sombras desterraron.

Los sueños, los he visto.
La gloria, la he palpado.
Vinieron cubiertos de magia
bellísimos acordes lejanos.

Los días van pasando,
efímeros años,
todo se va acercando
revestido de su engaño.


(Otra, otra, otra...)


Volví sobre aquella nostalgia de ceniza viva,
alguna vez fuego, y ahora sólo llamarada,
por donde antaño mi mirada reposaba,
y donde ahora mi sabia espada desconfía.

Corvos los ojos al pasado,
perdido mi presente entre las brumas,
los anhelos que susurran como espuma,
borrados serán por mi resuello helado.

Y no será más que la postrera rémora,
que elidida en la serena espesura,
llorará su perpetua amargura
y declinará su angustiosa espera.


UMBRALES. EL MEJOR LIBRO DE LA ÚLTIMA DÉCADA ;-)